Cuando quejarse no vale de nada...
Hay que actuar, ponerse manos a la obra.
No vale de nada quejarse. Si quieres cambiar algo, simplemente ponte a hacerlo. Y puede parecer que tu esfuerzo es ridículo, inútil, insignificante. Que no optas por la vía fácil y "lógica". Pero ten por seguro que no eres el único, y simplemente poniéndote a hacerlo, conseguirás poner al mundo entero en movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario